s谩bado, 23 de noviembre de 2024

La Gitana

 Capitulo II

Un nuevo Chico en la Ciudad


Nadia despert贸 en el cuerpo de Alex, de un fuerte jadeo sus j贸venes y fuertes pulmones se llenaron de aire, sus sentidos estaban mas vivos que nunca sintiendo el cambio inmediato. La confusi贸n la invadi贸, pero una frustraci贸n creciente la golpe贸 al recordar el momento en que todo sali贸 mal. 

—Esto no era lo que plane茅, no no no no no...—, susurr贸 con amargura. Su mente repas贸 la escena en c谩mara lenta: la esfera de luz volando hacia Jenny, y luego, la inesperada intervenci贸n de Alex, quien se cruz贸 en su camino justo antes del impacto. Esa interferencia hab铆a causado que su alma, destinada a ocupar el cuerpo de la joven, acabara en el del chico.

Se puso de pie, tambale谩ndose por un momento, pero al tomar conciencia de su nuevo cuerpo, la sorpresa la detuvo. Era joven, se sent铆a.. vivo! estaba lleno de energ铆a. Not贸 que ya no sent铆a la pesada carga de sus pechos, ni el dolor constante en la espalda, que durante a帽os hab铆a sufrido debido a su voluptuosidad. Su pecho, ahora plano y fuerte, le daba una sensaci贸n de ligereza que la desconcert贸 al principio, pero que luego le trajo una extra帽a satisfacci贸n

—Jmmm esto es.. interesante, ejemm ammm ? argg ? — comenz贸 a vocalizar, su nueva voz aunque de chico, era profunda, fuerte, sin duda la voz de un futuro hombre.

—Esto servir谩... supongo—
murmur贸 mientras recorr铆a con las manos los contornos de su nueva anatom铆a. Los m煤sculos se tensaban bajo su piel, y por un momento, la virilidad que ahora habitaba le provoc贸 una sensaci贸n de poder  y placer que no hab铆a sentido en mucho tiempo, ella era una mujer heterosexual, ver tan de cerca a un jovencito as铆 despu茅s de tanto a帽os la estaba poniendo cachonda. Aunque no era lo que hab铆a querido, tal vez podr铆a sacar provecho de esta situaci贸n.

—jeje esto es interesante, no mas bragas mojadas..—

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por Jenny, que le miraba  temblando, confundida y con l谩grimas en los ojos.



—¿Alex? ¿Est谩s bien? —pregunt贸, su voz temblorosa.

Nadia, ahora en el cuerpo de Alex, se agach贸 a su lado, controlando su tono para sonar calmada.

—Estoy... bien —dijo, esforz谩ndose por imitar el tono despreocupado de Alex—. Fue solo un mareo, nada grave, un sonido de gorgoteo en su estomago le hizo saber a su nuevo cuerpo que quiz谩s Alex no hab铆a desayunado "esto es perfecto, lo usare a mi favor", pens贸 Nadia con suma malicia y experiencia en las mentiras.

—Creo que debimos de desayunar primero antes de salir de casa nena, TENIAS RAZON— era un suposici贸n algo apresurada, literalmente no sabia nada  (o al menos, por ahora), en su experiencia como mujer con sus ex maridos pasados le hab铆an pasado cosas similares, siempre rega帽ando a esos idiotas por salir y sufrir de dolores de cabeza por no desayunar, se la estaba jugando muy pronto, un paso en falso y todo acabar铆a.

Jenny lo mir贸, desconcertada, a煤n con preocupaci贸n en sus ojos.

—¿Seguro? Nunca te hab铆a visto as铆... —insisti贸, buscando en los ojos de "Alex" alguna se帽al de verdad.

Nadia asinti贸 con la cabeza, intentando calmarla. No pod铆a permitirse levantar sospechas en este momento. Hab铆a mucho que pensar, muchos planes que hacer, y necesitaba tiempo. Convencer a Jenny de que todo estaba bien era la prioridad inmediata.

—ASH!! ME ASUSTASTE TONTO! TE DIJE QUE COMIERAMOS ALGO EN CASA—
—Estaba preocupada por ti.. lo siento amorcito, no quiero que nada malo te pase nunca—
Nadia abrazo a su "novia" de una forma tierna, esto por un momento le record贸 momentos de su juventud, se dejo llevar por la sensaci贸n, era un hombre, joven, y por lo que pod铆a sentir por la creciente emoci贸n entre sus piernas, estaba bien dotado.




—De verdad, estoy bien. Solo me sent铆 un poco raro, pero ya pas贸. busquemos algo de comer, ¿s铆? —dijo con una sonrisa, intentando sonar convincente.

Jenny, aunque a煤n preocupada, acept贸 con una leve inclinaci贸n de cabeza. Tom贸 la mano de "Alex", quien, por un instante, sinti贸 el calor de la piel joven de Jenny bajo la suya. El contacto la desconcert贸 nuevamente. No hab铆a planeado esto, pero tal vez podr铆a convertirlo en una ventaja.


"Todo est谩 bien", pens贸 Nadia para s铆 misma, mientras caminaban lentamente por la plaza. "Solo necesito tiempo... tiempo para pensar en c贸mo aprovechar este cuerpo".



Capitulo II.I

La nueva Milf del Barrio

Alex estaba aturdido, apenas capaz de procesar lo que le hab铆a sucedido. Hace solo unos minutos, hab铆a estado caminando junto a Jenny, sintiendo el viento en su rostro, cuando de repente todo se desvaneci贸 en un destello cegador. Ahora, la realidad parec铆a distorsionada, como si estuviera atrapado en una pesadilla de la que no pod铆a despertar.


El sonido de su propia respiraci贸n, ahora m谩s aguda y femenina, lo desorientaba. Su pecho sub铆a y bajaba de una manera extra帽a, inc贸moda, como si no perteneciera a 茅l. Con miedo, baj贸 la mirada. Lo que vio lo dej贸 paralizado: dos enormes mont铆culos de carne, ligeramente ca铆dos, temblaban suavemente con cada respiraci贸n, eran mucho mas grandes que los de su novia, mas grandes que los de su madre, definitivamente mas grandes de los de cualquier mujer que haya visto. Estaban cubiertos de pecas y luc铆an como si hubieran perdido algo de la firmeza juvenil, pero segu铆an siendo opresivamente presentes. El peso de su nuevo cuerpo lo aplastaba, f铆sica y mentalmente.

Con manos temblorosas, llev贸 sus nuevas y femeninas manos a su rostro, sus manos eran femeninas, ligeramente calludas, lo que reflejaba una vida dif铆cil, pese a eso se ve que Nadia hab铆a hecho lo mejor por tratarlas con cari帽o, notando con horror sus u帽as largas y bien cuidadas. Todo en 茅l o, mejor dicho, en ella- era completamente ajeno. El p谩nico se apoder贸 de su mente mientras intentaba ponerse de pie, pero su nuevo cuerpo parec铆a torpe, pesado en lugares donde nunca antes hab铆a sentido tanto peso. Sus muslos, gruesos y llenos de una suavidad que le resultaba extra帽a, temblaban con cada movimiento, y su trasero amplio y carnoso- se mov铆a de una manera que le era completamente inc贸moda.


Cuando finalmente logr贸 levantarse, sus piernas temblaron, como si el equilibrio fuera algo que nunca antes hubiera tenido que gestionar. El peso en su pecho lo desequilibraba, y tras dar unos torpes pasos, volvi贸 a caer de nalgas. Sinti贸 el impacto amortiguado por su trasero, ahora mucho m谩s amplio y acolchonado que el que alguna vez hab铆a conocido.

All铆 estaba, tirado en el suelo de la peque帽a tienda, su nueva y corpulenta figura de mujer madura desparramada torpemente, mientras su mente, la de un chico de X a帽os, intentaba entender c贸mo hab铆a terminado en el cuerpo de una milf de 40 a帽os. El desconcierto lo abrumaba. Su trasero se sent铆a inc贸modamente grande bajo 茅l, amortiguando su ca铆da, mientras que el peso de sus senos lo hac铆a inclinarse hacia adelante.

El sonido del ambiente era opresivo, cada respiraci贸n que tomaba le recordaba que estaba atrapado en un cuerpo que no era el suyo. Mientras se esforzaba por ponerse de pie de nuevo, una sensaci贸n de desesperaci贸n se apoder贸 de 茅l.

—¿C贸mo... c贸mo salgo de esto?— susurr贸, con la esperanza de que, de alguna manera, todo esto no fuera m谩s que un mal sue帽o del que pronto despertar铆a. Pero el peso de su nueva realidad, literalmente aplastante, le dec铆a que no iba a ser tan sencillo.

Alex, todav铆a tambale谩ndose en su nueva y desconocida forma, finalmente logr贸 ponerse de pie, aunque con esfuerzo. Sinti贸 el tir贸n del peso en su pecho y el movimiento extra帽o de sus caderas anchas. Cada paso era un desaf铆o mientras trataba de mantener el equilibrio en esos tacones altos que jam谩s hab铆a usado. El mareo segu铆a presente, y una sensaci贸n de irrealidad lo envolv铆a, como si todo estuviera sucediendo en c谩mara lenta.



 Al otro lado de la habitaci贸n, un viejo espejo colgaba de la pared. Se acerc贸, titubeante, sin poder controlar del todo su nuevo cuerpo. Al mirar su reflejo, el impacto fue inmediato y devastador: all铆, frente a 茅l, estaba la gitana, Nadia, la mujer que hab铆a intentado leerle el futuro. Su cabello largo, algo apagado, enmarcaba un rostro maduro pero atractivo, los labios gruesos ligeramente entreabiertos, y los ojos... esos ojos que lo miraban con miedo y desconcierto.

Alex sinti贸 un escalofr铆o recorrerle el cuerpo. No era solo el reflejo de una mujer, era la expresi贸n de terror en sus propios ojos lo que lo dej贸 paralizado. Esa mirada, la suya ahora, parec铆a la de alguien que acababa de ver un fantasma. Y de alguna manera, 茅l mismo se sent铆a como uno, atrapado en un cuerpo que no le pertenec铆a, una prisi贸n de carne y hueso.

—No puede ser... —murmur贸, su voz temblando, m谩s suave y femenina de lo que estaba acostumbrado.

El reflejo de Nadia, que ahora le pertenec铆a, se ve铆a fr谩gil y confundido. La mujer que alguna vez hab铆a sido la gitana estaba mirando a Alex desde el otro lado del espejo, como si su propia identidad se hubiera esfumado en un destello de luz, igual que la de Alex. Estaba all铆, viva y presente, pero tambi茅n perdida, como si estuviera atrapada en una realidad paralela.

Sinti贸 que sus piernas flaqueaban y sus nuevas curvas pesaban m谩s de lo que pod铆a manejar. El reflejo segu铆a mir谩ndolo, lleno de un temor que Alex compart铆a. Se llev贸 las manos al rostro, tocando las facciones suaves que no le pertenec铆an, con una sensaci贸n de creciente desesperaci贸n.

—¿C贸mo salgo de aqu铆? —dijo, tratando de encontrar alguna respuesta en el espejo, pero lo 煤nico que recibi贸 fue el eco de su propia confusi贸n.




Alex, a煤n en su estado de conmoci贸n, not贸 algo que hizo que su coraz贸n diera un vuelco. En su lucha por mantener el equilibrio y asimilar lo que hab铆a sucedido, Nadia estaba o el estaba pr谩cticamente desnudo, la visi贸n lo sobresalt贸. Su mente segu铆a siendo la de un chico de 18 a帽os, y aunque estaba atrapado en un cuerpo femenino, su instinto juvenil despert贸.

Lleno de curiosidad y confusi贸n, sus manos, que ahora eran femeninas y suaves, se movieron casi por impulso sobre los enormes y amplios pechos de Nadia, fue deslizado hacia abajo con cuidado, revelando completamente los dos enormes pechos que ahora le pertenec铆an. Eran m谩s grandes de lo que hab铆a imaginado, m谩s grandes incluso que los de Jenny, su novia. Alex apenas pod铆a creer lo que ve铆a: dos grandes orbes carnosos, llenos y pesados, se balanceaban ligeramente con su respiraci贸n. Eran tan grandes que parec铆an demasiado para el cuerpo que ahora habitaba, casi comparables en tama帽o a su propia cabeza.

El tacto de su piel suave y la pesadez en su pecho lo dejaron sin palabras. Aunque sent铆a una mezcla de verg眉enza y confusi贸n, el lado adolescente de su mente no pod铆a evitar sentir una extra帽a fascinaci贸n. Era como si su instinto masculino estuviera en conflicto con la realidad f铆sica que ahora enfrentaba.



Su respiraci贸n se aceler贸, y por un momento, se permiti贸 explorar la sensaci贸n, un pesado gemido sali贸 de lo profundo de su garganta, aunque estaba completamente desconcertado. El peso, la suavidad, todo era una experiencia nueva e irreal, sent铆a los pezones entumecidos y un calor acumularse en su entre pierna, estaba poniendo cachondo al cuerpo de Nadia, una calidad humedad se comenz贸 a gestar en las pantys de la Milf, pero pronto, la realidad de su situaci贸n volvi贸 a golpearlo con fuerza. No era el momento de dejarse llevar por impulsos. Estaba atrapado en un cuerpo que no le pertenec铆a, y aunque su mente luchaba por procesarlo, deb铆a encontrar una manera de revertirlo. 

Avergonzado de su propia curiosidad, Alex busco algo con lo que ocultar su nuevo cuerpo temporal, intentando enfocarse en lo que realmente importaba: encontrar una soluci贸n para regresar a su propio cuerpo. Pero el miedo persist铆a, y la sensaci贸n de irrealidad continuaba envolvi茅ndolo. ¿C贸mo iba a escapar de esta pesadilla?

Curioseando por el lugar Alex busco torpemente entre los estantes, las mesas, abri贸 cajones, busco en cada escondite algo, solo encontr贸 un viejo ba煤l diminuto, en cuyo interior apenas estaba una modesta cantidad de dinero, ese fue otro golpe de realidad, de pronto sinti贸 un miedo mas, una nueva preocupaci贸n nueva surg铆a, la ansiedad recorr铆a su espalda, ya no era el jovencito rico, ahora tenia recursos limitados, suponiendo que esa puta hab铆a robado su cuerpo, imaginaba que no lo entregar铆a tan f谩cil, deb铆a pensar algo, pero su mente en ese momento era un verdadero caos, y si estar all铆 le llevaba mas de un d铆a?

—No.. no tiene que pasar de hoy, pero.. y si.. es as铆?—

El miedo y la incertidumbre de su futuro pronto lo invadieron, como comer铆a? y si viene gente que conoce a Nadia? tendr谩 deudas? que ser谩 de este lugar? esa puta deb铆a de pagar un alquiler, si no, no hubiera hecho lo que hizo...
todas estas preguntas resonaban en la mente del chico atrapado en un cuerpo ajeno. 

Mientras Alex luchaba por controlar la situaci贸n, el sonido de unos golpeteos en la puerta lo sac贸 de su ca贸tica realidad. ¿Un posible cliente?. Su coraz贸n comenz贸 a latir con fuerza, el p谩nico lo invadi贸, con los pechos de Nadia entre sus manos totalmente expuestos Alex se congel贸. El golpeteo volvi贸 a sonar esta vez mas fuerte, Alex tenia miedo, necesitaba vestirse pronto.

Alex no sab铆a qu茅 hacer. La verg眉enza lo envolvi贸, pero ten铆a que pensar r谩pido. Sin tiempo para arreglar el desastre en el que estaba, intent贸 mantenerse calmado, como pudo busco algo alrededor que pudiera usar, dedujo que si encontr贸 a esta Puta casi desnuda, sus ropas no deber铆an de estar muy lejos.

en el suelo un conjunto de ropa sutilmente acomodada descansaba, reconoci贸 las prendas, era la misma ropa que este cuerpo llevaba cuando se conocieron. Tomando entre sus nuevas y delicadas manos femeninas, el que seguramente deber铆a ser el sost茅n mas grande que hab铆a visto en su vida.

—Fuck... por que?—



Alex se encontraba frente al espejo, observando con una mezcla de incomodidad y por mucho que lo odiara una sutil sensaci贸n de excitaci贸n que crec铆a con cada segundo, el reflejo del cuerpo que ahora habitaba ya no era mas el de un Adolescente, frente a el estaba la que sin dudas era la mujer con los pechos mas grandes que hab铆a visto nunca. Los d茅biles rayos de luz que iluminaban su nuevo cuerpo destacaban cada curva madura y voluptuosa de Nadia, su nuevo y desconocido yo. Trag贸 saliva, su mente trataba de racionalizar la situaci贸n, pero el cuerpo no entend铆a de l贸gica, ese calor se estaba volviendo dif铆cil de ignorar, Hab铆a llegado el momento de cambiarse de ropa, y aunque intentaba abordarlo de la forma mas r谩pida y sencilla, cada movimiento le recordaba que nada en su nuevo cuerpo seria sencillo.

Alex evit贸 mirar al espejo, pero no pudo ignorar la sensaci贸n de peso que descansaba en su pecho. "Esto es rid铆culo", murmur贸, tratando de no pensar demasiado en c贸mo se sent铆a esa piel tan diferente bajo sus manos. El sonido de los golpeteos se detuvo, Alex suspiro con calma, al menos pod铆a enfrentarse a este reto con mas calma, pero deb铆a darse prisa, pues no sabia en que momento, podr铆an volver.

El sost茅n de Nadia, delicado y enorme. Era una prenda suave con encaje intrincado, que denotaba el gusto refinado y elegante de su anterior due帽a. Alex lo sostuvo entre sus manos por un momento, examin谩ndolo como si fuera un objeto extra帽o y complicado. Nunca hab铆a tenido que lidiar con algo as铆, y la idea de pon茅rselo le resultaba tan ajena como absurda. Pero el recuerdo persistente de la incomodidad sin soporte lo convenci贸 de intentarlo.



Desliz谩ndose los tirantes por los brazos, Alex se esforz贸 por colocar el sost茅n correctamente. El encaje roz贸 su piel, una sensaci贸n nueva que lo hizo estremecerse. "Esto no es normal... Esto no es m铆o", pens贸 mientras intentaba enganchar la prenda en su espalda. Las correas se resist铆an a sus movimientos inexpertos, y despu茅s de varios intentos frustrantes, record贸 uno de los tantos momentos con su novia. Con un suspiro resignado, gir贸 el sost茅n hacia adelante, abroch贸 el cierre, y luego lo gir贸 a su posici贸n correcta, acomodando los tirantes en sus hombros.

Cuando finalmente termin贸, se mir贸 al espejo. El sost茅n realzaba perfectamente el pecho de Nadia, y aunque Alex quer铆a ver algo que lo llenara de desd茅n o rechazo, lo que encontr贸 fue algo que lo desconcert贸 a煤n m谩s: no pod铆a negar lo bien que le quedaba.


—Arg estas cosas.. solo estorban y este est煤pido cabello!! ARG QUIERO MI CUERPO DE VUELTA!!

—Recuerdo que esa puta llevaba estas.. pero, pr谩cticamente iba desnuda!—
Las diferencias entre la ropa son cada vez mas notables y el estr茅s de Alex solo iba en aumento, no ayudaba el hecho de que su propio cuerpo le jugara en contra, torpemente tomo las finas medias entre sus manos, y con poca paciencia las fue subiendo sobre sus regordetes piernas, la sensaci贸n de la seda fina y fr铆a sobre su sensible piel era demasiado buena para ignorar, pero el constante movimiento de sus pechos y el cabello que obstaculizaban su ejecuci贸n le incomodaban mucho.




"Esto... esto es un mal sue帽o", susurr贸, apartando la mirada del espejo y tratando de calmarse. Pero mientras se giraba para recoger los zapatos.  unos elegantes zapatos de tac贸n, Alex no tenia ni la mas remota idea de lo que era andar en esto, el tac贸n mas grande que hab铆a usado en su vida eran las de unas viejas botas de motociclista, pero esto?, nada se le comparaba a la humillaci贸n que sent铆a.
—Supongo que es mejor que ir descalzo, es que acaso no tiene otra cosa?—
una parte de 茅l no pudo evitar pensar en lo impactante que era estar en ese cuerpo y c贸mo, de alguna manera, empezaba a entender mas a su novia.



Pasar al resto de la ropa fue igual de confuso. Al tomar un vestido que hace unas horas vio usar a la verdadera Nadia, Alex dud贸 por un momento, pero decidi贸 que lo pr谩ctico era lo 煤nico que importaba ahora. Tir贸 de la tela hacia abajo, ajust谩ndola sobre sus curvas, mientras sus manos torpemente trataban de alisar el dobladillo. Cada paso del proceso lo hac铆a m谩s consciente de la feminidad que ahora lo envolv铆a: la suavidad de las telas, los tirantes del sost茅n que descansaban sobre sus hombros, el peso y movimiento natural de su cuerpo que se sent铆a como un desaf铆o constante para su equilibrio.




Cuando finalmente termin贸 de cambiarse, mir贸 su reflejo de nuevo, respirando profundamente. Era imposible ignorar que, aunque su mente segu铆a siendo la de Alex, todo lo dem谩s hab铆a cambiado. El cuerpo de Nadia lo envolv铆a por completo, tanto que incluso peque帽os detalles, como el perfume ligero que llevaba, lo hac铆an sentir como un extra帽o en su propia piel.


Sin saber que seria de su destino, lo que en la ma帽ana fue un paseo mas con su novia  ahora se volv铆a un desconcertante y enorme cambio en su vida, con miedo y pasos temblorosos, tomo aire, torpemente camino hacia la puerta del que al menos por ahora, seria su hogar, no quer铆a levantar sospechas, y seria complicado si los clientes de hace un momento vuelven, si quer铆a sobrevivir en ese cuerpo deb铆a fingir ser Nadia mientras encontraba una forma de recuperar su cuerpo y si quer铆a sobrevivir, necesitar铆a el dinero de esos idiotas que creen en las fantas铆as de esta vieja bruja, as铆 que, respirando profundo, quito el seguro por dentro, abri贸 la puerta, intentando ahogar las lagrimas que ca铆an suavemente por sus mejillas y solo pens贸 en una cosa, lo mucho que quer铆a estar con Jenny ahora mismo.

Cualquiera que se cruzara en su camino, no dudar铆a, para el mundo era Nadia, la Cachonda y Sexy Milf del barrio que lee las cartas, prepara amuletos y otras baratijas, pero nadie mas que dos personas en el mundo sab铆an la verdad, la verdad que bajo esos enormes Pechos, estaba un chico adolescente atrapado en el maduro y cachondo cuerpo de una Gitana.



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