martes, 19 de noviembre de 2024

La Gitana

 Capitulo 1



Era un d铆a despejado en el centro de la ciudad, el sonido de la plaza, rebosaba de vida, estaba lleno de platicas, m煤sica callejera, las personas hac铆an sus mandados, negocios atend铆an a su clientela y el ir y venir de turistas. El calor del medio d铆a quemaba suavemente la piel contrastando con los frescos aires de Noviembre. Alex y Jenny, una joven pareja m谩s en aquel concurrido lugar paseaban de la mano, disfrutando del clima. Alex, con su cabello desordenado y su figura esbelta, caminaba con la confianza que su vida privilegiada le otorgaba, y no era para menos, cuando naces en el seno de una familia poderosa e influyente tu percepci贸n de la vida puede ser otra. A su lado, Jenny irradiaba un encanto natural, su cabello flameaba bajo el sol, y su piel blanca, "werita" para muchos de los que all铆 pasaban casi resplandec铆a. Su relaci贸n era joven, pero intensa, como lo son las relaciones en esa edad.


Mientras caminaban, Jenny se detuvo de repente, sus ojos se iluminaron al ver un peque帽o letrero viejo y destartalado que colgaba sobre una tienda oscura y polvorienta. "Se lee tu futuro. Esoterismo y m谩s", dec铆a en letras gastadas. La curiosidad brill贸 en sus ojos.

—¿Podemos entrar? —pregunt贸, emocionada.

Alex frunci贸 el ce帽o. No era del tipo que cre铆a en esas cosas. La riqueza y la l贸gica de su mundo no daban cabida a las supersticiones. Pero la sonrisa encantadora de Jenny lo convenci贸, y con un suspiro resignado, asinti贸.

La tienda era peque帽a, el humo del incienso se impregnaba en la nariz, decorada con telas oscuras y velas que parpadeaban en rincones sombr铆os. estantes con frascos llenos de l铆quidos y criaturas sospechosas adornaban cada una de las repisas, amuletos que colgaban en cada rinc贸n, y en el centro una gran mesa redonda con manteles morados con bordes amarillos junto a un par de sillas que invitaban a tomar asiento. Al fondo, una mujer los esperaba. por sus ropas uno pensar铆a que se trataba de una autentica gitana, o quiz谩s una farsante m谩s para el joven prejuicioso. ciertamente una mujer que al menos les llevaba 30 a帽os por encima, de curvas generosas y una belleza madura que no pasaba desapercibida. Su cabello largo ca铆a en ondas, aunque el brillo parec铆a haberse desvanecido con los a帽os. Vest铆a una blusa de escote amplio, ce帽ida a su cuerpo,  a juego una falda larga que abrazaba con naturalidad sus amplias caderas, llevaba unos tacones altos que hac铆an que sus caderas se movieran con elegancia y sensualidad. su apariencia gritaba puta medieval, o al menos fue lo que pens贸 Alex para sus adentros. cuando la mujer vio con mas detalle a sus posibles clientes, Sus ojos se clavaron en ellos, especialmente en Jenny.

—Pasen —dijo la mujer con una voz suave y misteriosa.

Ambos se sentaron frente a ella, la peque帽a mesa de madera cubierta con una tela colorida y viejas cartas de tarot dispersas por encima. La gitana se present贸 como Nadia.

—Quien desea conocer lo que le depara su destino?—pregunto en un tono misterioso a la vez que sus manos, de u帽as largas, decoradas y femeninas jugaban con las cartas.

—Y-yo se帽orita—dijo t铆midamente Jenny.





 Sin mucha charla, tom贸 la mano de Jenny, la mir贸 intensamente y comenz贸 a hablar en un tono bajo y casi hipn贸tico.

—Veo un futuro brillante para ti, muchacha —dijo volviendo a sus cartas, sus ojos nunca apart谩ndose de los de Jenny—. Te casar谩s con un hombre rico y vivir谩s una vida de lujos. Pero... —su voz se volvi贸 m谩s oscura— hay fuerzas que te envidian, que codician lo que tienes.

La mirada de Nadia se hizo m谩s intensa. Observaba a Jenny con un brillo oscuro en los ojos. Su mente, oculta tras su bella apariencia, ya tramaba algo siniestro. Estaba cansada de su vida, de ver pasar los a帽os mientras el tiempo erosionaba su belleza. Y all铆 estaba Jenny, joven, con un futuro prometedor en ese momento un pensamiento invadi贸 la mente de Nadia, hab铆a esperado para usar "eso" m谩s adelante cuando los a帽os le jugar谩n en contra, pero al verla aqu铆, Jenny, joven hermosa y con un futuro asegurado, algo dentro de ella se encendi贸, sab铆a que una oportunidad as铆 no pasar铆a desapercibida, ella ten铆a dos cosas, dinero y un cuerpo que Nadia ansiaba.

Alex observaba la escena con escepticismo, pero algo en el ambiente lo incomodaba. Quer铆a salir de ah铆 cuanto antes.

—¿Podemos irnos ya? —murmur贸, inquieto, mientras tomaba la mano de Jenny para levantarse.

Nadia mantuvo su aura serena y calmada. (maldito mocoso,  no arruinar谩s mis planes!)
—Joven es peligro interrumpir la sesi贸n as铆, los esp铆ritus podr铆an molestarse—dijo manteniendo su papel.

—Alex por favor! siempre haces esto— dijo Jenny a su novio, no era la primera vez que algo as铆 pasaba.

—ENSERIO JENNY, NO SE QUE LE VEZ A ESTE TIPO DE COSAS, OBVIAMENTE ES UNA CHARLATAN, NI SI QUIERA ELLA SE CREE TODA LA BASURA QUE DICE!!!

Nadia solo miraba en otra direcci贸n callada, no era la primera vez que algo as铆 pasaba en su vida.

El ambiente estaba muy tenso, Alex solo quer铆a salir de all铆, Jenny resignada a las actitudes de su novio obedeci贸 sumisamente, poni茅ndose de pie, le pidi贸 disculpas a Nadia.

—enserio lo siento mucho, cuanto es de la consulta? dijo la joven intentando compensar la incomoda escena que hizo su novio—

Suspirando, Nadia la miro con amabilidad.
—No es nada querida, pero interrumpir una sesi贸n as铆 puede afectar tu fortuna, por que no llevan esto ? solo ser谩n 3 billetes.— dijo sonriendo dulcemente casi como de una madre se tratase insistiendo en que llevar谩n esto.

—con este collar tu futuro y tus sue帽os se har谩n realidad.— agrego.

Para Alex resultaba m谩s una basura o una baratija.
—Vez y all铆 esta el anzuelo!, toda esta cosa espiritista para venderte esto.—
 
De mala gana Alex dejo caer un billete que era mas del doble de lo acordado a Nadia, Jenny llamo la atenci贸n a su novio por sus modales a la hora de pagar, pero sonri贸 encantada con la fina pieza de joyas mientras la abrochaba sobre su cuello, se miraba posando dulcemente sobre un viejo espejo cercano, una delicada obra de joyer铆a que si bien podr铆a ser falsa a ojos de Alex no pod铆a dudarse su antig眉edad, la pieza era un intrincado trabajo met谩lico con una joya que combinaba el rojo y el azul en un remolino eterno, parec铆a una pieza rara.



La gitana los despidi贸 con una sonrisa extra帽amente dulce.

—El futuro siempre est谩 lleno de sorpresas —les dijo mientras sal铆an por la puerta.

Cuando ya estaban a unas cuadras de distancia, Nadia bajo las cortinas de su tienda, cerro el local por dentro y se dispuso a preparar todo para el ritual

—No hay tiempo que perder...—se dec铆a una y otra vez a si misma.
r谩pidamente oculto sus mas peligrosos hechizos y pociones en una vieja caja bajo llave, no quer铆a que esa chiquilla encontrara una forma de regresar a su cuerpo y apagando la mayor cantidad de velas hasta quedar en la penumbra el ritual dio inicio.
En la oscuridad de su tienda, trazo un pentagrama, acomodando los elemento rituales seg煤n dec铆an espec铆ficamente las instrucciones, fue preparando el altar. cuando estuvo todo listo, se despojo de la mayor铆a de sus ropas con cuidado y respeto, murmur贸 palabras antiguas y oscuras. Un conjuro prohibido que resonaba en el aire como un eco siniestro, un conjuro que solo pod铆a ser usado una vez, una magia que hab铆a pasado de generaci贸n en generaci贸n, de un viejo joyero de madera, tomo un medall贸n parecido al primero, sus piezas met谩licas podr铆an complementarse con el collar que previamente hab铆a regalado a la chica, coloc谩ndolo sobre su cuello y haciendo un corte sobre su mano, dejo caer la sangre en el pentagrama del suelo, dando inicio, llamando... a los "Otros".




—Urus-dar Er... Urush dele't surum... Urushdaur, Escuchen y atiendan mi llamado!—


Aunque era plena tarde, el cielo se oscureci贸, el aire se puso aun mas frio y la tiniebla gobern贸 sobre el d铆a por un momento, las velas tintineaban temerosas, un fuerte golpe, se escucho al fondo del lugar, era como si alguien hubiera azotado una puerta, Nadia pese a toda su experiencia, era temerosa y devota de "los Otros", sabia que no deb铆a tratarles a juego, estaba sudando mucho, ciertamente tenia miedo. Extendi贸 su cuerpo con ambos brazos al este y al oeste, con su mirada al norte, esperando una se帽al. una respiraci贸n fr铆a... sin vida  resoplo en su nuca, supo que ellos hab铆an accedido.
no fue otra si no su misma voz quien le hablaba desde atr谩s, como si esta misma emergiera de las tinieblas.
—Pago.. aceptado.—
Sin dejarle procesar lo que hab铆a pasado, su esp铆ritu sali贸 violentamente de su cuerpo, como un aura roja, aun conservando su forma voluptuosa, Su alma, desprendi茅ndose de su cuerpo envejecido, sali贸 disparada, volando, en forma de esfera luminosa con tonos rojos, y con velocidad hacia aquella persona que portar谩 el amuleto gu铆a, el mismo amuleto que Jenny llevaba en aquel momento, mismo amuleto que Nadia usaba a la par, no hab铆a fallos, si ella llevaba puesto ese collar, ella ser铆a suya.. pero.

Pero justo cuando estaba por alcanzar su objetivo, algo inesperado ocurri贸. 

Alex y Jenny  caminaban tomados de la mano, Alex reprend铆a a su novia por malgastar su tiempo en cosas sin sentido, Jenny defend铆a su opini贸n quej谩ndose de siempre acompa帽arlo a esas aburridas fiestas y reuniones familiares. 

—por una vez quisiera que hagamos algo que me guste a mi, no solo a ti.—

—si te vas a poner en esos moditos regr茅same entonces todo lo que te eh dado, que nada me ha salido gratis—dijo Alex en un tono soberbio, Jenny en un arranque de ir谩, y al borde de las lagrimas se quit贸 el medall贸n y se lo dio de un golpe a Alex.

—pues si no te nacen las cosas no las hagas!—

Alex con el medall贸n en la mano y temblando de rabia estaba por decir una palabra cuando se cruz贸 en el camino de esa esfera de luz, como si fuera un im谩n la esfera fue dirigida al chico y en un instante, fue golpeado de lleno, El impacto lo hizo caer al suelo, convulsionando violentamente mientras su alma era arrancada de su cuerpo.

Desorientado, Alex se encontr贸 flotando, su cuerpo a煤n convulsionando en la acera frente a los horrorizados ojos de Jenny. Mir贸 sus propias manos, pero ya no estaban all铆, al menos, no su cuerpo. Estaba en un extra帽o plano astral, un lugar donde todo era azul y sin forma. Se sent铆a ligero, como si estuviera atrapado en una corriente que no pod铆a controlar.

—¿Qu茅... qu茅 est谩 pasando? —pregunt贸 para si mismo, pero no hab铆a nadie que respondiera.

De repente, sinti贸 una fuerza poderosa tirando de 茅l, como si algo lo estuviera arrastrando a gran velocidad. Viaj贸 a trav茅s de la ciudad a una velocidad inimaginable, su conciencia atravesando las calles hasta que atravesando una puerta fue violentamente empujado dentro de otro cuerpo. Un cuerpo que no era el suyo.

Abri贸 los ojos, jadeando, y mir贸 alrededor. Ya no estaba en la acera con Jenny. Estaba en un lugar oscuro, no pod铆a ver nada, intento ponerse de pie. Pero algo no estaba bien, algo estaba mal con sus pies, sent铆a que no pod铆a apoyar bien el pie contra el suelo, se sent铆a pesado y solo fue en vano, su ropa, se sent铆a, como si no llevara nada... era fresco y el aire le hacia cosquillas, pero como si anduviera desnudo, esto lo incomodo demasiado, sus ojos poco a poco fueron adapt谩ndose a la poca iluminaci贸n, y mirando lo que por dios esperaba fuera un interruptor intento ponerse de pie una vez, fallando en el intento, pr谩cticamente arrastr谩ndose consigui贸 moverse hasta el interruptor, cuando el sonido del clic ilumino todo el lugar con una d茅bil luz  Mir贸 sus manos, y se dio cuenta de que ya no eran las manos de un chico joven. 


Eran las manos de una mujer, con u帽as largas y pintadas de rojo, el p谩nico se apodero de el haciendo que perdiera el equilibrio y callera de nalgas, el golpe no fue duro, sus sentidos se reactivaron uno a uno, fue como si hubiera ca铆do sobre un par de enormes cojines, sent铆a que estaba en una pesadilla, y como si alguien le llamara que mirara a un lado, giro su cabeza lentamente, un viejo espejo le devolv铆a su nuevo reflejo, sent铆a que el alma nuevamente estaba por salirse de su cuerpo, cuando se levant贸 de golpe ignorando todas las nuevas sensaciones y mir贸 su reflejo en un espejo cercano.

—¡No... no puede ser! —grit贸, su voz ahora era la de Nadia.

De alguna manera, la maldici贸n se hab铆a desviado y ahora 茅l estaba atrapado en el cuerpo de la gitana. Desesperado, trat贸 de respirar, pero el p谩nico lo invad铆a. Mientras tanto, en la calle, Jenny lloraba desconsolada, sin entender lo que le hab铆a ocurrido a Alex.

Desde el cuerpo de Nadia, Alex sab铆a que ten铆a que revertir el conjuro. No ten铆a idea de c贸mo hacerlo, pero deb铆a encontrar una soluci贸n antes de que fuera demasiado tarde.




Continuara.



y con esta historia, comenzamos. 

2 comentarios:

  1. muy buena historia esperare la continuacion, buen blog espero lo contin煤es con mas historias, suerte

    ResponderBorrar
  2. Me record贸 a un c贸mic xd
    Me encant贸!!!
    Ya quiero parte 2

    ResponderBorrar

La Obsesi贸n

 CAPITULO 1