Soy la Novia de mi hijo
Las luces de la oficina brillaban intensamente, casi burl谩ndose de 茅l, mientras su teclado resonaba con el incesante golpeteo de sus dedos. Alejandro Castillo, director de finanzas de una empresa que ya ni recordaba por qu茅 le importaba, sent铆a el peso de los a帽os en cada respiro.
El reloj marcaba las 2:47 de la madrugada. Hab铆a olvidado si era martes o jueves. Otro d铆a desperdiciado encerrado entre papeles y balances. Sus manos, r铆gidas por la rutina, se detuvieron un instante. Mir贸 por la ventana y vio las luces de la ciudad, una mara帽a de puntos que viv铆an ajenos a su desdicha.
—Desperdici茅 mi vida aqu铆… —murmur贸, apoyando la frente en sus manos. Una sensaci贸n extra帽a lo invad铆a. El cansancio era m谩s profundo que nunca. No era solo f铆sico; era como si algo dentro de 茅l estuviera muriendo lentamente. Cerr贸 los ojos, incapaz de sostener la pesadez en su pecho.
Su mente, sin embargo, no callaba.
Mi esposa me dej贸 hace cinco a帽os. No la culpo; no era feliz conmigo. Mi hijo apenas me habla. Tiene 22 a帽os, pero parece que vivimos en planetas diferentes. Lo 煤nico que me queda es este trabajo, y ni siquiera eso me llena.
Sus pensamientos se volv铆an m谩s nebulosos mientras una sensaci贸n c谩lida lo rodeaba, como si un manto invisible lo abrazara. Fue entonces cuando lo sinti贸: un mareo sutil, pero inquietante. Su visi贸n empez贸 a oscurecerse, y una ligera punzada de calor le recorri贸 el cuerpo. Era extra帽o, como si algo dentro de 茅l estuviera siendo desconectado.
—¿Qu茅…? —Intent贸 abrir los ojos, pero era in煤til. Una oleada de sue帽o lo venci贸, y las fuerzas lo abandonaron. Sus 煤ltimos pensamientos antes de caer en la inconsciencia fueron un deseo susurrado al vac铆o.
Si tan solo pudiera… empezar de nuevo.
La oscuridad lo engull贸 por completo.
Hab铆a silencio. Luego, un zumbido. Algo suave, casi el茅ctrico. Alejandro intent贸 mover sus brazos, pero todo se sent铆a extra帽o, como si sus extremidades no le pertenecieran. Su piel… ¿su piel? Hab铆a algo raro en ella. M谩s tersa, menos 谩spera. Su coraz贸n comenz贸 a latir con fuerza mientras abr铆a lentamente los ojos.
—¿Qu茅 demonios...? —Su voz son贸 diferente. M谩s aguda, suave… ¿femenina?
La imagen que lo recibi贸 fue la de un cuarto desconocido, iluminado por la tenue luz de la madrugada. Hab铆a ropa tirada por doquier: jeans ajustados, blusas, algo que parec铆a un brasier de encaje rojo colgando de una silla. En el borde de la cama, un espejo de cuerpo entero capt贸 su atenci贸n.
Alejandro parpade贸 y sinti贸 un escalofr铆o recorrer su cuerpo cuando una figura femenina le devolvi贸 la mirada. Cabello largo, oscuro y perfectamente peinado, unos labios pintados de rojo carmes铆 que se entreabr铆an con desconcierto, y un cuerpo que no pod铆a ser el suyo.
—No… no puede ser… —dijo, llevando las manos (¿sus manos?) al rostro. Los delicados dedos femeninos no eran suyos, pero all铆 estaban, movi茅ndose como si siempre le hubieran pertenecido.
Alejandro se levant贸 tambale谩ndose y se acerc贸 al espejo. Su reflejo era el de una mujer joven, probablemente de unos veintitantos, con un cuerpo que parec铆a sacado de una revista. La ropa que llevaba —una camiseta holgada que apenas cubr铆a unos shorts diminutos— no hac铆a m谩s que acentuar lo que claramente no era suyo.
—¿Qu茅… est谩… pasando? —Su respiraci贸n se aceler贸 mientras intentaba comprender la locura de la situaci贸n. Pero antes de que pudiera procesarlo, un tel茅fono en la mesita de noche vibr贸, iluminando la pantalla con un mensaje.
"Buenos d铆as, amor. ¿Est谩s lista para el desayuno con pap谩?"
El nombre y el numero del remitente hizo que Alejandro sintiera como si el piso desapareciera bajo sus pies.
"Carlos ❤"
El p谩nico comenz贸 a mezclarse con la realizaci贸n.
—Dios m铆o… Estoy en el cuerpo de la novia de mi hijo.
Mhhh interesante
ResponderBorrarGracias por esta historia, ser铆a fabuloso si pudieras continuar algo m谩s, el intro es muy bueno
ResponderBorrarMuy Buena Historia, curioso el cambio entre un hombre y la novia de su hijo
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